ENEATIPOS
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EL COMIENZO
CAMINOS
MISION DE VIDA
En el NUEVE la relación consigo mismo y la relación con los demás están íntimamente vinculadas a la necesidad distintiva de serenidad.
El NUEVE se culpa por su inacción, producto de su necesidad distintiva de serenidad. Cuanto más paralizado se sienta el NUEVE, más pasivo se comportará en relación a los impulsos que le son importantes. Al final, se siente completamente incapaz de actuar, invadido por los miedos (que tomará del SEIS) y revestido de máscaras (que tomará del TRES).
El NUEVE, a fin de no perder su armonía, producto de su necesidad distintiva de serenidad, no confronta. Cuanto más evita el conflicto tanto más será visto como complaciente y negligente.