ENEATIPOS
MIS COMPLEMENTOS
EL COMIENZO
CAMINOS
MISION DE VIDA
En el OCHO, la relación consigo mismo y la relación con los demás están íntimamente vinculadas a la necesidad distintiva de mostrarse seguro de sí.
El OCHO se culpa por no haber podido dominar la situación, producto de su necesidad distintiva de mostrarse seguro de sí. Cuanto más débil se sienta, tanto más fuerte se mostrará y actuará de forma combativa. Al hacerlo, tratará a los demás y a sí mismo con agresión y dureza, quedando aislado (que tomará del CINCO). Para evitar ponerse en contacto con ese aislamiento, se sumerge en una infinidad de proyectos (que tomará del SIETE).
El OCHO, a fin de no mostrar debilidad, producto de su necesidad distintiva de mostrarse seguro de sí, se vuelve controlador. Cuanto más controlador e imperativo se muestre, más será percibido como peleador y dictatorial.