Test de Eneatipo

Qué regalo recibe de otras tipologías

Así como el eneagrama nos muestra los caminos de alejamiento de nosotros mismos, tiene también la virtud de indicar los caminos de encuentro con nosotros mismos. Cuando cada quien reconoció su necesidad distintiva, puede comenzar a trabajar sobre ella. Este proceso requiere una intención consciente y una minuciosa auto-observación

  1. El UNO recibe
  2. El DOS recibe
  3. El TRES recibe
  4. El CUATRO recibe
  5. El CINCO recibe
  6. El SEIS recibe
  7. El SIETE recibe
  8. El OCHO recibe
  9. El NUEVE recibe

El UNO recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el UNO puede tomar el regalo de sus alas NUEVE y DOS, que le dicen: tranquilizate, acogé; de sus brazos CUATRO y SIETE, que lo invitan a distinguir y disfrutar; de sus eneatipos consonantes CINCO y SEIS, que le proponen analizar, aceptar y, finalmente, de sus puntos ciegos TRES y OCHO, que lo impulsan a jugarse, arriesgarse en el proceso de encuentro consigo mismo.

El DOS recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el DOS puede tomar el regalo de sus alas UNO y TRES que le dicen, organizate, priorizate; de sus brazos OCHO y CUATRO que lo estimulan a poner límites y mirarse, de sus eneatipos consonantes SEIS y SIETE que le proponen pedir y relajarse; y, finalmente, de sus puntos ciegos CINCO y NUEVE que lo invitan a diferenciar y parar en el proceso de encuentro consigo mismo.

El TRES recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el TRES puede tomar el regalo de sus alas DOS y CUATRO, que le dicen: sentí, vibrá; de sus brazos NUEVE y SEIS, que lo invitan a serenarse y sumarse; de sus eneatipos consonantes SIETE y OCHO, que le proponen vivir; ser altruista y, finalmente, de sus puntos ciegos UNO y CINCO, que le dicen sistematizá y conceptualizá.

El CUATRO recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el CUATRO puede tomar el regalo de sus alas TRES y CINCO, que le dicen realizá, trascendete; de sus brazos UNO y DOS, que lo invitan a ordenarse y empatizar; de sus eneatipos consonantes OCHO y NUEVE, que le proponen confiar en sí mismo y no juzgarse y, finalmente, de sus puntos ciegos SEIS y SIETE, que lo impulsan a acatar y reírse, en el proceso de encuentro consigo mismo.

El CINCO recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el CINCO puede tomar el regalo de sus alas CUATRO y SEIS, que le dicen volá, compartí; de sus brazos SIETE y OCHO, que lo estimulan a aflojarse y atreverse; de sus eneatipos consonantes UNO y NUEVE, que le proponen accionar y armonizarse; y, finalmente, de sus puntos ciegos DOS y TRES, que lo invitan a brindarse y actuar, en el proceso de encuentro consigo mismo.

El SEIS recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el SEIS puede tomar el regalo de sus alas CINCO y SIETE, que le dicen disentí, animate; de sus brazos TRES y NUEVE, que lo invitan a lanzarse y calmarse; de sus eneatipos consonantes UNO y DOS, que le proponen opinar, entregarse; y, finalmente, de sus puntos ciegos CUATRO y OCHO, que lo impulsan a ceder y afirmarse, en el proceso de encuentro consigo mismo.

El SIETE recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo, se dará de la mano con los otros, el SIETE puede tomar el regalo de sus alas SEIS y OCHO, que le dicen serenate, enfrentá; de sus brazos UNO y CINCO, que lo invitan a disciplinarse y focalizarse; de sus eneatipos consonantes DOS y TRES que le proponen sensibilizase, concretar; y, finalmente, de sus puntos ciegos CUATRO y NUEVE que lo impulsan a interiorizar y sosegarse, en el proceso de encuentro consigo mismo.

El OCHO recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el OCHO puede tomar el regalo de sus alas SIETE y NUEVE, que le dicen abandonate, moderate; de sus brazos DOS y CINCO, que lo invitan a ser considerado y reflexionar; de sus eneatipos consonantes TRES y CUATRO, que le proponen ser pragmático y conectarse; y, finalmente, de sus puntos ciegos UNO y SEIS que lo impulsan a controlarse, cooperar, en el proceso de encuentro consigo mismo.

El NUEVE recibe

Al reconocer que el encuentro consigo mismo se dará de la mano de los otros, el NUEVE puede tomar el regalo de sus alas OCHO y UNO, que le dicen jugate, movete; de sus brazos SEIS y TRES, que lo invitan a comprometerse y hacer; de sus eneatipos consonantes CUATRO y CINCO, que lo estimulan a ser genuino, discernir; y finalmente, de sus puntos ciegos DOS y SIETE, que lo impulsan a acercarse y divertirse en el proceso de encuentro consigo mismo.

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